lunes, 24 de marzo de 2014

Una vuelta a Monza... virtual

Be a F1Driver... pero sin casco

Este fin de semana estuve por Madrid y una visita que nunca quito de mi ruta, es la tienda outlet que tiene Ferrari en Majadahonda por si encuentro alguna buena oferta. No siempre hay, pero a veces te llevas alguna grata sorpresa.

Esta vez la hubo, pero fue un poco diferente a lo que esperaba... había un simulador de F1, muy al estilo de los que se usaban hace unos años, sobre el que habían montado un monoplaza de 2010, con esa elegante aleta de tiburón que era el F-duck y que nunca debieron de quitar (aquí para gustos los colores)

Siéntete como Fernando Alonso, per evita la tentación de embestir a un RedBull

Esta es mi cara de felicidad aunque no lo parezca.
Tras unos momentos de estupefacción mirando el coche decidí que había que probarlo. No es barato precisamente, 25 Euros tres vueltas a Monza, 30 por cuatro a Montmeló y 35 al Street Circuit de Valencia (que en paz descanse).

Opté por la primera opción, no ya por un tema económico, sino porque si vas a conducir un Ferrari, que mejor que hacerlo en Monza. Si hubiera estado Spa o Monaco me lo hubiera pensado mucho.

Aunque enchufe la PS3 al proyector no va a ser lo mismo.


Vale, no te va a dar el viento en la cara, ni va a vibrar el motor, pero los vaivenes que la resistencia del volante, así como las Gs que genera es más que suficiente como para que se te ponga esa cara de cuando llevas demasiadas horas jugando al Gran Turismo o al Forza (yo soy más de PlayStation, pero Diego ya se encarga de enarbolar la bandera de la Xbox... y no, aun no hemos cambiado de generación porque nos gastamos los Euros en estas cosas).

Lo mas impresionante es lo cómodo que se conduce con tus pies casi mas altos que el volante y sin que lleves un asiento a medida. Pero no os preocupéis, no os vais a echar la siesta en cuanto eso empieza a moverse y te toca estar despierto, atento como un lince copado de cafeína para no hacer ningún recto en las chicanes y encontrar los puntos de frenada.

Resultado de 3 vueltas a Monza: Ojos abiertos como platos, algo de sudor, adrenalina por las nubes, un poco mas pobre, pero con la sensación de un niño que le llevan por primera vez al parque de atracciones. No tiene precio.

Como punto destacable, hace cuatro años tuve el placer de pilotar por el circuito de Cheste (ya sabéis, el de Valencia que aun funciona, y lo hará por mucho tiempo) de mano de Mercedes con un CLS con algunos caballos bajo el capó y la vibración de los pianos cuando los pisabas el simulador la reproducía a la perfección.

Así que, si vas de paseo por Madrid... Nos echamos unas carreras?

No hay comentarios:

Publicar un comentario