lunes, 8 de septiembre de 2014

Monza, de rojo corsa a plata


El fin de semana pasado tuvo lugar el gran premio de Fórmula 1 de Monza. Un circuito mítico, clásico, eterno… en cualquiera de sus encarnaciones. Ya sea el veloz óvalo de curvas peraltadas hasta el moderno trazado con sus chicanes para obligar a frenar a los coches en pos de la seguridad. Pero da igual como sea, Monza siempre será sinónimo de Velocidad (con mayúsculas)

Si un viejo conocido piamontés a mucha honra me oyera decir que soy poco más fan de Spa-Francochamps probablemente pondría el grito en el cielo. Pero aun recuerdo con nostalgia alguna de nuestra breves discusiones hace años cu
ando yo defendía Renault y el a Ferrari.

Paradójicamente, a día de hoy, ambas han sido sometidas ante el poder de las flechas plateadas y el motor Mercedes no da tregua. Tan sólo hay que ver esas diez primeras posiciones al finalizar el gran premio que se disputa a pocos kilómetros de la bella Milán. RedBull-Renault hizo lo que pudo y salió bastante bien parada, pero Ferrari, cual hombre lobo de leyenda, agonizó ante las balas de plata. El motor no da para más y el coche tampoco, ya, según dicen, centrados completamente en 2015… pero eso son ideas de la Scuderia y nuestros ojos no lo verán hasta febrero. Hoy el cielo, el podio, es color plata.

Nico Rosberg cedió el testigo a Lewis Hamilton tras un par de errores en frenada que permitieron al británico remontar de una salida bastante mediocre y alzarse con el primer puesto. Acompañándolos y como testigo de excepción, un Felipe Massa sobre un Williams (con motor Mercedes, claro) que no hace más que dar alegrías y no sólo por su bella decoración.


Atrás quedaron las dudas sobre el incidente de Spa entre los Mercedes, a mi entender un simple lance de carrera y error de cálculo de Nico que podría haber perdido mucho más que Lewis, aunque algunos abucheos siguieron allí. Pero una distendida cháchara del piloto alemán, en italiano, supo acallar a los indignados y ganarse la simpatía de los tifosi que, por desgracia, no veían el color rojo en lo alto.

El mundial aun está en liza, con Nico a la cabeza aun los 7 puntos que le ha recortado el británico. Mientras, Fernando Alonso sigue en su travesía por el desierto en un año que casi me recuerda a su segunda época en Renault (con la horrenda decoración de IGN), aunque con el glamour de Ferrari.



En dos semanas uno de mis dos GP modernos favoritos, el siempre espectacular Singapur nocturno! Nos vamos a Asía!

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